Sin montones de cosas, muebles o utensilios en exceso, esta es la huella de la decoración minimalista, que recibe su nombre precisamente porque apuesta por lo mínimo, solo lo necesario. Si tú también eres fan de un espacio más básico y limpio, ¡enhorabuena! Eres minimalista.

La inspiración para esta decoración provino de un movimiento artístico de la década de 1960, que solo se preocupaba por los elementos fundamentales como forma de expresión. Con el tiempo, encontró espacio en otros ámbitos y acabó influyendo en la arquitectura y la decoración.

Hoy, se traduce bien este deseo de tirar solo una almohada en un rincón, una alfombra y algunos cuadros en la pared y llamarlo hogar. ¿Te gustó la idea? ¡Entonces mira más consejos para tu rincón!

Usa bien los colores

Si eres minimalista, ¡querrás un espacio más limpio desde el color! Los tonos claros y neutros ayudan a ampliar el ambiente, además de dejar el protagonismo solo para un almohadón, un cuadro u otro objeto de decoración. Recuerda: ¡menos es más!

Establecer un atractivo principal para el entorno.

¿Conoces esa habitación blanca con la que siempre has soñado? Pues imagina que existe, y que sólo entran en él objetos que alcanzan un aura casi sagrada. ¡Esta es la idea!

En una decoración minimalista, elige siempre un atractivo principal para la estancia y complétalo con algunos objetos. Si quieres, aprovecha para jugar también con las líneas geométricas para componer el espacio.

Si tienes en mente un bonito y enorme sofá, por ejemplo, ¿qué tal dejar que sea el gran protagonista de tu salón, con la ayuda de unos cuadros en la pared y una alfombra en el suelo? ¿Hay un balcón o un rincón reservado? ¿Qué tal completarlo con una hamaca y algunas plantas? ¡Además de dar encanto, ayudan a calentar el ambiente y hacerlo acogedor!

Otro consejo para los que quieran calentar el ambiente es apostar por la madera. Si es un color natural, combina bien con el estilo y sigue funcionando como un excelente aislante térmico.

Puede invertir en revestimientos como revestimientos de madera para la pared o los llamados pisos laminados para el piso. ¿No quieres renovar tanto? Luego usa el toque amaderado en macetas, marcos de cuadros o una encantadora mecedora.

Disfruta de la economía

Además de la sencillez, el estilo minimalista suele tener otra ventaja: cuesta mucho menos. No estamos hablando aquí de “trabajador”, sino de inteligencia a la hora de gastar, aliada a un estilo, por supuesto.

Si quieres una  habitación más sencilla , con una sola cama, invierte en un gran espejo o lámpara para componer el lugar. Si el foco está en el baño, ahorre en alfombras y concéntrese en una hermosa bañera frente a una gran ventana. O, aún, en una ducha moderna sin límites de caja.

Lo gastarás, sí, pero solo en lo que importa.

A ver si la decoración minimalista es para ti

Bueno, dados estos consejos, vale la pena pensar: ¿para quién es adecuada la decoración minimalista? Primero, para aquellos que se identifican con el estilo más limpio, sin muchos objetos, el llamado estilo declutter.

Suele ser el favorito de los jóvenes, que viven solos por primera vez y quieren decorar su hogar con tranquilidad, dando la cara al entorno.

Pero también es el estilo de quienes tienen  poco dinero  o están dispuestos a gastarlo solo en lo importante. Entonces, si estás en ese camino, ¡aprovecha algunos consejos y usa lo mejor que la decoración minimalista tiene para ofrecer!

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